FIBROMIALGIA : LA ENFERMEDAD DEL SER

No entendía bien lo que esta enfermedad significaba cuando la diagnosticaron. Pensé  que eran sólo esos dolores en las espaldas y brazos, a veces sobre la cola por lo que no pregunte más. Quizás los riñones o algo se había resentido por tanto medicamento, el doctor lo dijo tan tranquilo que no me pareció grave.

Pero es mucho mas que un dolor en la parte baja de la espalda y los hombros. Esto va aumentando en forma vertiginosa, a veces no se si me quema, otras veces tirones o calambres. Parece que todo el camino andado lo he perdido. Trato, pero no puedo evitar angustiarme, y sentir una que otra lagrima se me escapa.

Llevo guateros de semilla a mi trabajo, algunos se quejan que no les gusta el olor de las semillas al calentarse en el microondas,  me da mucha tristeza, parece que estoy mas sensible. Si me aplico calor parece que me duele menos.

Mis manos que ya habían logrado cierta firmeza nuevamente están torpes,  los dolores aumentan de tal manera que ya van dos veces que debo retirarme antes de mi trabajo, eso en pocas semanas, me siento tan incapaz. Me repito que termine el 90% de las tareas, el sentimiento que me agobia es que no puedo ni con mi cuerpo, el sentimiento esta sobrepasando la razón, ¿Quién puede razonar con tanto dolor?

¿es la fibromialgia o la depresión?

Me siento tan pequeña y tan desvalida, tan necesitada de un abrazo. Que me abracen, acaricien mi pelo y digan que esto pasara. Que esta todo bien.

Ahora compre unos mantitas eléctricas para llevar a la oficina y no molestar a nadie. Me siento más sola e incomprendida y cansada, confundida, sin saber en realidad que camino seguir o si tengo fuerza para seguir alguno

La mayoría de los días estoy cansada, tan cansada que no saldría nunca de mi cama, a veces no tengo ganas ni de hablar y menos de escribir. ¿me estaré muriendo de a poquito? . Estoy aferrándome a lo que tengo a mano, a mi trabajo, amigos, familia, a mi perrita. Pero sobre todo a mi trabajo que es algo que me obliga a levantarme día a día, puede que no logre llegar a la hora pero en muy pocas ocasiones no he llegado.

Lo que me alimenta son los abrazos, los mejores son los de mis sobrinos, con sus brazos cortitos y sus besos pegajosos, hacen que todo se llene de colores.

Los abrazos de mis amigos, en especial de dos muy especiales, compañeros de tantas alegrias y dolores, me reconfortan, animan. Abrazos, abrazos, muchos abrazos, de amigas, de mis compañeras de trabajo, los gestos de afecto son los que me dan fuerza.

Buscando en Youtube me encontré un abrazo muy especial, uno que recibí hace muchos años, lo recibí en un casete, los que no sepan que es lo googlean, y ahora escuchándolo aquí, quizás, solo quizás necesito estos dolores para despertar.

Comparto con ustedes este video, siempre los transcribo, en este caso no lo hare ya que la narración es la que le da sentido. Parece que mucho tengo que aprender de los distintos dolores, en este mi peregrinar.