DOLOR Y ÁNIMO

Los dolores no han disminuido pero si he aprendido a llevarlos, y sobre todo he disfrutado enormemente del cariño y apoyo en especial de mis compañero de trabajo.

La Melatonina, opte por tomarla en capsulas, las nueces imposible solo comer tres  y no pretendo subir de peso.

Como las almohadillas eléctricas, son eso, eléctricas estoy literalmente enchufada, mis compañeros se dan una vueltecita a ofrecerme un café, o traerme algún papel que mande a la impresora.

Si bien ahora tengo algunos dolores físicos, mi mente esta mas clara que nunca, lo que ha permitido volver a mis queridos libros. Adoro los E-books que van en mi celular sin tener que llevar una gran cartera. Es mas descubrí “libro-movil” que son audio libros, los que me permite escucharlos en las tarea más rutinarias,  si me duelen las manos o me cuesta dormir.

Aprecio mucho mas la calidad de amigos fabulosos que tengo, a los que les puedo decir amiga, “estoy cansada” y cortamos la conversación sin que se ofendieran.

Ahora puedo hacer mas cosas, pero en menor cantidad, el truco es estar consiente de uno y saber cuando parar y así seguir contra tarea.

También determinar cuales son las tareas que mas me agotan, en general son las que menos me gustan, siempre hay alguien que lo puede hacer por nosotros y nosotros tomar otra tarea que puede ser agobiante para otro y fácil para nosotros.

Hasta el momento he logrado casi todas mis metas profesionales, sino que todas, y esta la estoy tomando como una oportunidad para descubrir mis nuevas metas, que no necesariamente tienen que ser laborales. Siempre me costó quedarme quieta, uno de mis grandes placeres era viajar, me era muy difícil quedarme quieta. Hoy no tengo alternativa.

Esto que me obligó a hacer cama, ya que mi cuerpo se negaba a moverme, me llevo a escribir. Creo firmemente que en todo hay una oportunidad el tema es encontrar que, aun no lo tengo claro, cual es el final, pero si sé que he descubierto muchas cosas.

Son tantas que me es difícil contarlas todas, como manejar es una locura con tanto medicamento, me deshice del auto y empecé a utilizar taxis y de pronto una compañera se ofreció a venir a dejarme, según mi estado me deja en mi casa, otras me deja a unas cuadras, ya puedo caminar 10 cuadras sin ningún problema.

Me he dado cuenta que estoy trabajando con jefatura maravillosa, siempre recibo ofertas de trabajo, algunas me han tentado llegando casi al doble de mi actual renta, hoy después del trato recibido no me cambio. Trabajar con amigos no tiene precio.

Estoy aprendiendo a ver una realidad que por estar ocupada no la veía y aprender a trabajar en los límites personales.

Estoy muy agradecida de esta nueva oportunidad de vida, el dolor es un pequeño precio, en especial con mis almohadillas eléctricas y los guateros de semillas que me regalo mi vecina, claro que eso los ocupo en mi cada